Tras varios meses de espera desde su anuncio, la noche del 24 de septiembre fue la elegida para recibir al grupo inglés, que supo hacer lo que mejor sabe: ofrecer un show de calidad, donde Plaza de España se volcó con ellos y con su música, creando una noche que resultó inolvidable.
Tras varios meses de espera desde su anuncio, la noche del 24 de septiembre fue la elegida para recibir al grupo inglés, que supo hacer lo que mejor sabe: ofrecer un show de calidad, donde Plaza de España se volcó con ellos y con su música, creando una noche que resultó inolvidable.
Las puertas de ICÓNICA se abrían a las 20:00 de la noche para unos fans que se mostraban nerviosos y deseosos de ver todo lo que la organización nos tenía preparados.
En un primer lugar y para calentar motores, pudimos disfrutar de Tridi Puñema, quien ambientó el lugar con la mejor música rock de todos los tiempos. Y, sobre las 21:00 de la noche, el público se volcó con el punk sevillano de The Wild Pajarraca, quienes se marcaron un concierto que hizo bailar a los presentes y nos arrancó buen rollo y risas.
Cuando ya faltaba poco para el gran momento, llegó el turno de otro momento grande de la noche, el ICÓNICA Lights, que nos hizo soñar con su espectáculo de luz, color, música e historia, generado por Inteligencia Artificial.
Nada más concluir, comenzaban a sonar las primeras notas de “Mars, the Bringer of War”, que anunciaban la entrada de Deep Purple en escena. Los ingleses fueron recibidos entre gritos y euforia por una inmensa Plaza de España en la que no cabía ni una aguja.
Tras esto, comenzaron a sonar los quince hits que cubren la setlist del grupo, temas que se tocaron sin pausa, ni descansos (a excepción del bis), demostrando que, a pesar de su edad, siguen siendo tan incombustibles como siempre.
Entre los mejores momentos del concierto recogemos, el “Uncommon Man”, tema dedicado a Jon Lord (antiguo cantante del grupo fallecido en los 90) y en el que su nuevo guitarrista: Simon McBride, se marcó un genial sólo de guitarra. La mágica atmósfera creada entre público y banda en “When a Blind Man Cries”, a lo que ayudaba el decorado y ambientación. Y, como no, el subidón con su tema más mítico: “Smoke no the Water”, que hizo levantarse a todos los presentes, incluidas las gradas, y arrancó rugidos entre el público, que no dejó de bailar y cantar.
Algo a destacar también es que, en todo momento, se notó la confianza, camaradería y compenetración entre sus miembros, que no dejaron de arropar en todo momento al nuevo miembro, lo que ayudó a su integración y mejor bienvenida.
En resumen, una gran noche, propia de ICÓNICA y de lo mejor que Deep Purple nos podía entregar.