Crónica de Fran Mariscal y Ferrán Exceso en La Sala (Sevilla)
Os contamos lo bien que nos lo pasamos en el concierto que Ferran Exceso y Fran Mariscal dieron en La Sala de Sevilla.
Os contamos lo bien que nos lo pasamos en el concierto que Ferran Exceso y Fran Mariscal dieron en La Sala de Sevilla.
Dicen que lo bueno se hace esperar y debió ser cierto ya que nos tuvieron esperando en puerta más de una hora, pero nada pudo con los que teníamos ganas de verles, ni el calor, ni el sol, ni el tiempo de espera.
Una vez dentro nos posicionamos con una guerra cerveza y comenzamos a disfrutar de un concierto que fue de todo menos aburrido.
No faltaron ni el buen rollo, ni los juegos y la complicidad entre Fran y Ferrán, tampoco la música, ya fuera a capella o en acústico. El duo tuvo lugar para repasar sus mejores temas de éste disco, que fueron cantados y coreados por su público y temas más antiguos, que fueron disfrutados de igual modo.
Hubo tiempo para liarla también y creo que sin esto no habría sido el mismo concierto. Me declaro totalmente fan del momento en el que Fran tiró uno de los cubatas al suelo, mientras se dejaba llevar por su energía arrolladora y las notas de “Tu París” sonaban. Eso por no hablar de las dos cuerdas que rompió Ferrán mientras se dejaba arrastrar por su pasión, una de ellas le obligó a cantar con el acompañamiento a la guitarra de Fran, pero, francamente, son tan cojonudos en el escenario, que no se habría notado que no tenían guitarras, como bien dejaron claro cada vez que las soltaron y dejaron que sus voces fueran las protagonistas, algo que muy pocos se atreven a hacer.
Tampoco faltaron las colaboraciones en lo que ellos denominan como “encerronas”, una de ellas avisada, en la que tocaron Fran y Jaime, de Farragua, que había llegado desde Extremadura y resultó ser una de las grandes sorpresas de la tarde. Y, un poco después, la de Darío Vonpa, aunque ésta fue una encerrona en toda regla, en la que el cantautor sevillano tuvo que sacar toda su simpatía y capear el temporal, nada nuevo porque anda sobrado.
Tras darnos las gracias por nuestra asistencia y pedir una vez más disculpas por la espera, se despedían de nosotros y de una tarde que había sido creada para el recuerdo.
JessyKiller