Son las cuatro de la tarde cuando comienzan a sonar las primeras notas del tema: “Home Sweet Home” de Mötley Crüe, interpretado por Pinball Wizard. Los sevillanos están en casa y se nota en el ambiente, hay ganas de darlo todo tanto por parte del grupo como por su público, lástima que, con la pandemia y la situación actual, casi no nos podamos mover del asiento. Poco antes de entrar a la sala, el organizador nos ha dejado claras las medidas: distancia de seguridad, gel hidroalcohólico y mascarilla durante todo el evento. Si alguien tiene que levantarse, se pide permiso.

Aun así, la Sala X, lugar donde se celebra el concierto, está a full, con un completo SOLD OUT por parte del grupo y no es de extrañar, porque tienen una calidad y energía arrolladora, con una frontgirl que tiene un registro vocal bestial y que lo mismo te ronronea, que te ruge; un guitarra carismático y que sabe ganarse al público con bromas; y, un bajista y batería que hacen un combo de base perfecto y buen acompasado, tiene todo para llegar a donde se propongan. Tras saludarnos, disculparse por la hora tan intempestiva y preguntar si nos ha dado tiempo a comer, a lo que, alguien entre el público traslada el sentir común: “No ha dado tiempo”, el grupo comienza a sacudir el ambiente.

La complicidad es constante durante todo el concierto. No faltan momentos para bromas y saben llegar a la audiencia más allá de la situación, se grita, se canta y se baila (sentados), casi olvidamos que llevamos las mascarillas puestas.

Antes de interpretar: “Crazy Horse”, Joey (el guitarrista) nos comenta que fue un tema creado a raíz de trabajar con su padre y de un tipo que conoció mientras lo hacía, un tipo que era de cuidado, tanto como nosotros, que estábamos allí ésa tarde.

Comienza a hacer calor en el ambiente y, de nuevo Joey, quien se describe así mismo, como el liante de la clase, sigue animando el cotarro, un poco antes ya había bromeado con hacer un pequeño estriptis, pero tanto Memphis (voz) como David (bajo), le habían parado los pies recordándole que ése truco lo habían sacado del show, algo que no consiguen cuando llega su turno de cantar: “Sweet Home Chicago”, cuando se queda a medio cuerpo y se produce un cambio en los instrumentos: Álvaro (batería) se hace con la guitarra, la cantante con el bajo y el bajista pasa a manos de la batería. Antes de terminar el tema, Joey cuela un pequeño guiño a su ciudad al cambiar la letra por un: “¡Qué cojones! Sweet Home Sevilla”. A pesar del cambio en los instrumentos se nota la calidad y camaradería, Joey se postra a los pies de Álvaro y le incita a que lo dé todo.

Uno de los mejores momentos entre David y Joey se produce cuando se ponen a interpretar varios solos de guitarra y bajo: Iron Maiden, Led Zeppelin, Black Sabbath, Judas… la sala se vuelve loca y poco falta para ponerse de pie.

 

Después de más de una hora y media de buen rock, el grupo se marcha para el bis, aunque no se hace mucho de rogar, terminan con: “We Will Burn”, tema con el que dan todo los que les quedaba, aunque parecen incombustibles, y una sala, al completo, aplaudiendo y de pie.

-JessyKiller-

NOTA!!! Publicación original recogida de: “Distiller Media”, autora: JessyKiller. Fecha de publicación: Marzo de 2020.

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